"Invasión"
Recuerda ese momento en el que los pensamientos se vuelven demasiado estrechos dentro de tu cabeza. Cuando no solo suenan — sino que parpadean, chocan, se intensifican como un enjambre de hormigas que invade todo el espacio interior. Hay tantos que ya no puedes distinguir el principio del final…Solo movimiento. Solo ruido. Solo presión.
Las hormigas aquí no son el símbolo de trabajo y orden. Son la imagen de la saturación mental. Suben hacia la cara de la mujer como si la mente ya no existiera — solo quedara el flujo interminable. Y ese flujo ya no obedece. Tiene vida propia.
Pero ella no entra en pánico. No lucha. Su cara está serena, casi ausente. ¿Es aceptación? ¿O entumecimiento, cuando ya no hay fuerzas para resistir? ¿Has sentido alguna vez esa quietud interior donde se esconde una tensión invisible?
Esta obra te invita a encontrarte con ese estado. No para huir de él — sino para observarlo. Para sentir cómo los pensamientos se vuelven corporales — cómo afectan tu respiración, tus músculos, tu corazón. Porque incluso el ruido mental tiene su forma. Y se le puede enfrentar no desde la huida, sino desde la conciencia.
Preguntas de las hormigas para tu contemplación y reflexión:
- ¿Dónde en tu cuerpo sientes las “hormigas del pensamiento”? ¿Quizás es un nudo en el pecho, un temblor en la nuca, una tensión en la mandíbula?
- ¿Qué pasa contigo cuando los pensamientos dejan de ser separdos y se convierten en el fondo de tu existencia? ¿Puedes reconocer dónde estás "tú" y quién "eres tú" bajo ese “ruido”?
- ¿Puedes simplemente quedarte con esa sensación — sin huir, sin reprimirla, permitiéndole manifestarse?